domingo, 19 de noviembre de 2017

Dormido en un Taller

Dormido allí, y yo dormida aquí.
Cómo te extraño Lázaro mío. Recibí una gran lección al ver tu estado. Estás ahí,  esperando que te mejoren, todo por una negligencia.  De ahora en más, sé, cuanto te debo prestar atención y te cuidare personalmente.
Ayer quise visitar a un gran amigo que no veo en muchísimos años. Se me complicó todo por no tenerte. Decidí dejarte dormido allí y yo dormida aquí.